Los efectos secundarios de los antiácidos

Los efectos secundarios de los antiácidos incluyen estreñimiento, dolor de cabeza y cambios de humor. Frecuencia urinaria, también puede ocurrir la pérdida de apetito y latido irregular del corazón. Los principales tipos de antiácidos son a base de calcio, de magnesio, y antiácidos de bicarbonato de sodio.

Antiácidos a base de calcio pueden tener el efecto secundario de causar niveles de calcio en la sangre a subir a niveles peligrosos. Esta condición se conoce como hipercalcemia y puede promover la formación de cálculos renales.

Otros efectos secundarios antiácidos pueden incluir mareos, vértigos y dolor muscular. El alto contenido de sodio de los antiácidos de bicarbonato de sodio puede causar hinchazón significativa en las partes más bajas de las piernas, los tobillos y los pies, y también puede aumentar la presión arterial. También puede ser un efecto secundario de los antiácidos como dolor óseo al hacer fuerza. En raras ocasiones, los efectos secundarios de los antiácidos pueden afectar al corazón, causando un ritmo cardíaco anormal y el ritmo. Si se produce palpitaciones, dolor en el pecho o falta de aire después de tomar antiácidos, se debe buscar tratamiento médico de emergencia.

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Aunque los antiácidos son ampliamente disponibles a través de venta libre, pueden contribuir a reacciones adversas en los que tienen ciertas condiciones médicas, incluyendo problemas renales, hipertensión y problemas con las glándulas paratiroides. La mayoría de los efectos secundarios de antiácidos son temporales y se resuelven una vez que la persona deja de tomar los antiácidos. Se necesita notificar al médico cuando los efectos secundarios de los antiácidos se producen para que pueda evaluar la gravedad de los efectos secundarios.

Los antiácidos se utilizan normalmente para tratar el reflujo ácido o acidez estomacal. A veces, los antiácidos a base de calcio se administran a las mujeres post-menopáusicas para disminuir el riesgo de osteoporosis y para aumentar sus niveles de calcio sérico. Cuando se administran antiácidos por esta razón, el médico debe controlar los niveles séricos de calcio, sobre todo cuando los suplementos de calcio se administran conjuntamente con vitamina D. Tomar vitamina D aumenta la absorción de calcio en el torrente sanguíneo y puede aumentar aún más los niveles de calcio sérico a valores saludables.

La gente debería dejar normalmente el uso de antiácidos si experimentan hipercalcemia o niveles de calcio muy elevados en la sangre. Cuando se produce hipercalcemia, el médico generalmente recomendará que la persona aumente su ingesta de líquidos y deje de tomar el antiácido a base de calcio. Aluminio o antiácidos a base de magnesio podrían ser recomendados como alternativas, pero estos no deben ser tomados a menos que lo indique el médico.

Antiácidos a base de magnesio son eficaces a corto plazo para aliviar los síntomas de la enfermedad de reflujo gastroesofágico o ERGE, pero pueden causar efectos secundarios antiácidos como la diarrea. El médico debe ser notificado al tomar un antiácido a base de magnesio, ya que no puede ser apropiado para aquellos que tienen ciertas condiciones médicas o que están tomando ciertos medicamentos.

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